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Tomates rellenos de ensaladilla de langostinos

La receta de tomates rellenos de ensaladilla de langostinos es perfecta para verano, al ser una manera de improvisar un entrante fresco y sabroso. Los tomates son una de las hortalizas más solicitadas en la época estival y podemos prepararlos de diferentes maneras. Hoy, veremos cómo hacer unos tomates rellenos sin horno, rápidos y fáciles de preparar.

Me he decantado por utilizar tomates en rama, ya que me parece la variedad perfecta para rellenar debido a su forma redondeada y a su piel tersa y dura. La receta para hacer tomates rellenos es muy versátil y admite gran variedad de posibilidades, así que da rienda suelta a la imaginación y busca el relleno que más te guste.

Esta hortaliza es baja en calorías, rica en vitaminas y nos aporta antioxidantes. Además, la preparación de tomates rellenos es sencilla, se pueden hacer con antelación y conservar en la nevera hasta su consumo, y están riquísimos … ¿qué más se puede pedir?. Anímate con este plato fácil, ligero y delicioso.


Ingredientes (4 personas):

4 tomates en rama grandes 
 
Para el relleno
 
  • 3 patatas medianas 
  • 4 huevos 
  • 2 zanahorias 
  • 1 cebolleta 
  • 10 barritas de surimi 
  • 26 langostinos 
  • Sal
  • Pimienta 
Para la mahonesa de anchoas
 
  • 1 huevo 
  • 200 ml. de aceite de girasol 
  • 5 anchoas en aceite 
  • Sal
Perejil fresco (para decorar) 
tomates rellenos de ensaladilla de langostinos vistos de cerca

Cómo se hace:

Preparación del relleno
 
Calentamos a fuego alto una olla con abundante agua, añadimos las patatas con piel y previamente lavadas junto con las zanahorias peladas y esperamos a que comience a hervir. 
 
En ese momento, bajamos el fuego, tapamos la olla y las dejamos cocer durante unos 20 minutos hasta que estén tiernas.
 
Mientras tanto, calentamos a fuego alto un cazo con abundante agua y añadimos los huevos. 
 
Cuando comience a hervir, bajamos el fuego y los dejamos cocer durante 10 minutos. 
 
Pasado ese tiempo, los retiramos del fuego, les quitamos el agua y reservamos. 
 
Cuando las patatas y las zanahorias estén hechas, las retiramos del fuego, las escurrimos y las dejamos templar. 
 
Calentamos un cazo con abundante agua y, cuando comience a hervir, incorporamos los langostinos y los cocemos durante 5 minutos. 
 
Pasado ese tiempo, los escurrimos y los pasamos a un bol de agua con hielo (para cortar la cocción). 
 
A continuación, los sacamos del agua, los pelamos, les quitamos el intestino y los cortamos en trozos pequeños (reservamos 4 para la decoración).
 
Quitamos la piel a las patatas y las cortamos en daditos. Realizamos el mismo proceso con las zanahorias. 
 
Pelamos los huevos y los picamos. Realizamos el mismo proceso con la cebolleta y el surimi. 
 
Ahora, preparamos la mahonesa de anchoa.
 
En un vaso batidor, introducimos las anchoas con su aceite, la sal, el huevo y el aceite de girasol, colocamos la batidora y, sin moverla, comenzamos a batir.
 
Cuando comience a emulsionar, movemos la batidora con movimientos ascendentes y descendentes para terminar de emulsionar.
 
Probamos de sal y la reservamos en la nevera. 
 
Preparación de los tomates
 
Lavamos los tomates, les quitamos la parte superior y, con ayuda de un sacabolas, los vaciamos (no debe quedar ni líquido ni semillas).
 
En un bol, introducimos la patata, la zanahoria, los huevos, el surimi, la cebolleta, los langostinos troceados, la sal, la pimienta y la mahonesa de anchoas al gusto y mezclamos hasta que todos los ingredientes estén integrados.
 
Finalmente, salpimentamos el interior de los tomates, los rellenamos con la ensaladilla, colocamos un langostino encima de cada uno y espolvoreamos con perejil fresco picado.
tomates rellenos de ensaladilla de langostinos vistos desde arriba

Trucos y consejos:

  • Se pueden utilizar gambones o gambas. 
  • La mahonesa de anchoas se puede sustituir por mahonesa (ver receta) o salsa rosa.
  • Utiliza la variedad de tomate que más te guste. 
  • Se pueden comer a temperatura ambiente o, previamente, introducir 2 horas en la nevera.
  • Se deben conservar en la nevera. 

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