Skoleboller (skolebrød), bollos noruegos de vainilla y crema
Los skoleboller (o skolebrød) son unos bollos noruegos de vainilla y crema que se cubren con un glaseado de azúcar y coco. También conocidos como pan de escuela, son muy populares entre los niños y se utilizan como tentempié para llevar al colegio.
Una de las señas de identidad de estos bollos es el uso de cardamomo en su masa. Esta especie es muy apreciada en la cocina nórdica y les aporta un aroma increíble.
La receta para preparar estos deliciosos skoleboller noruegos es muy sencilla, así que en muy poquitos pasos tienes unos bollos nórdicos perfectos para el desayuno o para acompañar con un café. Es este último caso, si los tomas recién hechos, disfrutarás de un verdadero momento de placer.
Si quieres un dulce irresistible, apúntate esta receta de bollos noruegos caseros (skoleboller o skolebrød). Son unos deliciosos bollos hechos al horno, super esponjosos y muy fáciles de preparar. Seguro que te encantarán … ya me contarás.
Ingredientes (10 bollitos):
Para la masa
- 300 ml. de leche
- 1 huevo
- 500 g. de harina de fuerza
- 75 g. de azúcar
- 9 g. de levadura seca (o 25 g. de levadura fresca)
- 75 g. de mantequilla
- 2 cucharaditas de cardamomo
- Una pizca de sal
Para la crema
- 125 ml. de leche
- 125 ml. de nata para montar
- 2 yemas de huevo
- 20 g. de maicena
- 50 g. de azúcar
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Para el glaseado
- 100 g. de azúcar glass
- 3 cucharaditas de leche
Coco rallado c/n
Un huevo (para pincelar)
Cómo se hace:
Preparación de la masa.
En un bol, añadimos la harina y la sal, mezclamos y hacemos un hueco en el centro donde añadimos el azúcar, el cardamomo, la levadura, la leche tibia y el huevo. Mezclamos de nuevo hasta conseguir una masa homogénea.
Una vez conseguida, la volcamos en una mesa y la amasamos durante 5 minutos.
Añadimos la mantequilla en pomada y seguimos amasando 5 minutos más (al principio costará un poco amasarla, ya que al añadir la mantequilla se vuelve muy blanda pero tranquilos) hasta que se integre y consigamos una masa suave y lisa.
En ese momento, la introducimos en un bol engrasado, tapamos con papel film y dejamos levar durante 2 horas.
Mientras tanto, preparamos la crema.
Calentamos un cazo con la leche, la nata y el extracto de vainilla.
En un bol, añadimos las yemas de huevo y el azúcar, y mezclamos con unas varillas.
Incorporamos la maicena y seguimos mezclando hasta que no haya grumos.
Cuando la leche y la nata comiencen a hervir, las vertemos en el bol de las yemas y seguimos batiendo hasta conseguir una mezcla homogénea.
En ese momento, la pasamos nuevamente al cazo, calentamos a fuego medio y (sin parar de batir) dejamos que se cocine.
Cuando empice a espesarse, la volcamos en un bol, tapamos con papel film a piel (para que no se forme costra) y dejamos que enfríe a temperatura ambiente.
Preparación de los skoleboller.
Cuando la masa haya duplicado su volumen, la desgasificamos, la volcamos en una mesa y la dividimos en 10 porciones de 100 g. cada una (aprox.)
A continuación, les damos forma de bola y las vamos colocando en una fuente de horno forrada con papel sulfurizado (bastante separadas, ya que crecen al hornear).
Con la ayuda de los dedos, vamos haciendo un hueco en el centro de cada una donde colocamos dos cucharada de crema, tapamos con papel film y dejamos que reposen durante 45 minutos.
Pasado ese tiempo, los pincelamos con huevo y los introducimos en el horno a 180 ºC durante 20 minutos hasta que estén dorados.
Mientras tanto, preparamos el glaseado.
En un bol, añadimos el azúcar glass y vamos vertiendo (poco a poco) la leche hasta conseguir un glaseado fluido, pero con cuerpo.
Cuando ya estén los skoleboller, los sacamos del horno y dejamos que enfríen sobre una rejilla.
Una vez fríos, los glaseamos ligeramente alrededor de la crema (con cuidado de no tocar la crema) y espolvoreamos coco rallado por encima.
Trucos y consejos:
- La crema se puede hacer únicamente con leche, pero me encanta la textura que aporta la nata.
- La masa se puede congelar antes del segundo levado.
- La crema se puede sustituir por mermelada.
- Se deben conservar en la nevera, en un recipiente cerrado.
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