Pizza de higos y queso de cabra
En temporada de higos que va desde Julio a finales de Septiembre, nunca falta en mi mesa esta deliciosa pizza de higos y queso de cabra. Es una de las combinaciones que más me gustan: la unión del salado del queso de cabra con el dulce del higo.
De los higos poco hay que contar. Respecto al queso de cabra, comentaros que se ha elaborado durante cientos de años y probablemente fue uno de los primeros productos lácteos preparados.
Los quesos de cabra se hacen de manera artesanal en todo el Mundo. La base de este queso consiste en hacer que se corte la leche cruda de cabra de manera natural o añadiéndole vinagre o zumo de limón para coagular la leche. Posteriormente, se introduce la cuajada en fajos de estopilla para curarla y drenarla. Si el queso va a envejecerse, se sumerge en salmuera y se almacena en un lugar fresco durante algunos meses.
Ahora que ya sabemos un poco más del queso, vamos a pasar a elaborar la pizza …
Ingredientes:
- Masa de pizza (ver receta)
- 1 cebolla
- 150 g. de mozzarella
- 200 g. de queso de cabra
- 6 higos frescos
- Aceite
- Sal
- Pimienta
- Orégano
Cómo se hace:
En una sartén con dos cucharadas de aceite, ponemos la cebolla en juliana con un poco de sal y pocharemos hasta obtener una cebolla caramelizada. Este proceso puede llevarnos hasta 1 hora, si queremos conseguir que se caramelice con sus propios azúcares. Reservamos.
Precalentamos el horno a 220 ºC.
Estiramos la base de pizza dándole la forma que más nos guste y le añadimos la mozzarella, el orégano y la cebolla caramelizada.
A continuación, partimos el queso de cabra en medallones de aproximadamente un centímetro y los colocamos sobre la pizza a nuestro gusto.
Posteriormente, distribuimos los higos partidos a la mitad con la parte carnosa hacia arriba.
Finalmente, salpimentamos y la introducimos en el horno precalentado a 220 ºC durante 15 minutos hasta que el queso esté gratinado y los bordes dorados.
Trucos y consejos:
- Para acelerar el proceso de caramelizado de nuestra cebolla, podemos añadir media cucharadita de bicarbonato.
- Si no nos gusta la cebolla, podemos no añadirla aunque el punto que le da a la pizza me encanta.
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