Veamos cómo se hace el paté de hígado de ternera, una receta clásica de la gastronomía francesa. Este paté frío, cremoso y suave nos sirve como un excelente aperitivo o como acompañante para otros platos con carne.
Con esta receta de paté de hígado de ternera casero versionamos nuevamente un producto típico del lineal del supermercado y, créeme, no tiene absolutamente nada que envidiar al comprado. Es más, tiene varias ventajas como el poder personalizarlo a tu gusto, ser más saludable y, si haces una cantidad grande, el poder congelarlo. Además, es una receta fácil, con una lista de ingredientes sencilla y, lo mejor de todo, muy versátil.
Por tanto, te animo a que veas cómo hacer este paté de hígado de ternera clásico y, posteriormente, vayas probando esta receta con diferentes hígados y diferentes sabores.
Ingredientes:
Para el paté
500 g. de hígado de ternera
1 cebolla
10 ml. de aceite de oliva
100 g. de mantequilla
60 ml. de vino blanco
10 ml. de jerez
2 hojas de laurel
1 cucharadita de romero seco
Sal
Pimienta
Aceite de oliva virgen extra
30 g. de mantequilla clarificada
Pimienta en grano
Hojas de laurel
Cómo se hace:
Limpiamos el hígado de ternera.
Lavamos el hígado, lo secamos y le retiramos tanto la membrana que lo recubre como las partes internas duras.
A continuación, lo cortamos en trozos y reservamos.
Preparación del paté.
Calentamos a fuego medio una sartén con un chorrito de aceite de oliva. Cuando esté caliente, añadimos la cebolla cortada en juliana y la cocinamos durante 15 minutos (removiendo de vez en cuando) hasta que esté pochada.
En ese momento, subimos el fuego, incorporamos el hígado de ternera y mezclamos.
Añadimos las hojas de laurel y el romero, y dejamos que el hígado se dore (no se debe mover en exceso para que no suelte líquido).
Cuando esté dorado, vertemos el vino blanco, removemos y dejamos que se evapore el alcohol.
A continuación, bajamos a fuego suave, tapamos y cocinamos durante 30 minutos.
Pasado ese tiempo, retiramos las hojas de laurel, salpimentamos al gusto y retiramos la sartén del fuego.
Cuando el hígado esté templado, lo pasamos a un procesador de alimentos, incorporamos el aceite de oliva, la mantequilla pomada y el jerez, y trituramos hasta obtener una masa lisa y suave.
Vertemos el paté dentro de un recipiente, alisamos la superficie y dejamos que enfríe.
Una vez frío, calentamos un cazo, introducimos la mantequilla clarificada y dejamos que se funda.
Mientras tanto, decoramos la parte superior del paté con unas hojas de laurel y unos granos de pimienta.
Cuando la mantequilla clarificada esté fundida, la vertemos sobre el paté distribuyéndola por toda la superficie e introducimos el recipiente en la nevera durante un mínimo de 4 horas.
Trucos y consejos:
Se puede utilizar hígado de cerdo.
El hígado se debe salar al final para que no quede duro y seco.
El jerez se puede sustituir por coñac o ron.
Se debe conservar tapado en la nevera.
Añade las hierbas aromáticas que más te gusten.
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