Pan de moña gallego
Si buscas una receta para hacer pan de moña gallego, no te pierdas este post. Estamos hablando de uno de los panes tradicionales de nuestros vecinos gallegos, elaborado con harina de trigo y con una especie de nudo en la parte superior que lo hace inconfundible.
Es un pan que destaca por una corteza no muy gruesa y una miga sabrosa, húmeda y esponjosa. Esta receta de pan de moña casero es de fermentación larga y se elabora con masa madre. Por tanto, en un primer paso veremos cómo hacer la masa madre y, posteriormente, veremos cómo se hace el pan de moña.
Es un pan que no se puede decir que sea fácil de hacer, pero el resultado merece la pena. Veamos el paso a paso de esta receta de pan gallego artesano, una moña gallega que te animo a probar.
Ingredientes:
Para la masa madre
- 70 g. de harina de fuerza
- 55 ml. de agua tibia
- 3 g. de levadura fresca
Para la masa final
- 300 g. de harina de fuerza
- 120 g. de harina de espelta
- 4 g. de levadura fresca
- 430 ml. de agua tibia
- 5 g. de sal

Cómo se hace:
Preparamos la masa madre.
En un recipiente con tapa, añadimos el agua tibia y la levadura, y removemos hasta que se disuelva.
Una vez disuelta, incorporamos la harina y mezclamos hasta conseguir una masa homogénea.
En ese momento, cerramos el recipiente y dejamos que duplique su tamaño (puede tardar alrededor de una hora, pero depende de la temperatura de tu casa).
Finalmente, introducimos la masa en la nevera y dejamos que repose durante 24 horas.
Preparamos la moña gallega.
Pasadas las 24 horas, sacamos la masa madre de la nevera.
En un bol, añadimos la harina de fuerza, la harina de espelta y la sal, removemos y hacemos un hueco en el centro donde añadimos la levadura y el agua.
Mezclamos para disolver la levadura y, posteriormente, integrar la harina.
A continuación, incorporamos la masa madre y la integramos.
Una vez estén todos los ingredientes integrados, volcamos la masa en una mesa y amasamos hasta conseguir una masa lisa y brillante (es una masa muy difícil de amasar, ya que es muy blanda y pegajosa. Hay que amasar con una rasqueta, formando pliegues y dando golpes contra la mesa, durante unos 30 minutos).
En ese momento, la introducimos en un bol engrasado, tapamos con papel film y dejamos que repose durante una hora.
Pasado ese tiempo y con las manos ligeramente engrasadas, doblamos la masa en forma de sobre (dentro del bol), tapamos nuevamente con papel film y dejamos que repose durante una hora. Repetimos este paso una vez más.
Precalentamos el horno a 250 ºC, con calor únicamente en la parte inferior, y colocamos la bandeja en la penúltima posición.
Pasado el tiempo de reposo de la masa, la volcamos en una mesa enharinada, le damos forma de bola (cuidado ¡no desgasificarla en exceso!), espolvoreamos con harina, la colocamos sobre papel sulfurizado, la tapamos y dejamos que repose durante 15 minutos.
A continuación, le hacemos la moña. Para ello, cogemos un trozo de masa de la parte superior y, sin arrancarlo, le demos vueltas sujetando la base para que no se mueva.
Introducimos el pan en el horno a 250 ºC y lo horneamos durante 15 minutos.
Pasado ese tiempo, bajamos la temperatura a 200 ºC, con calor arriba y abajo, y horneamos durante 50 minutos.
Finalmente, sacamos el pan del horno y dejamos que enfríe sobre una rejilla.

Trucos y consejos:
- Utiliza, preferiblemente, harina gallega de trigo molida en piedra al estilo tradicional (fariña do país). Si la consigues, usa 420 g. en lugar de las dos harinas de esta receta.
- Tapado, se conserva durante 3 días.
- Puedes utilizar levadura seca. En ese caso, usa 1 g. para la masa madre y 2 g. para la masa final.
Si te ha gustado y quieres recibir en tu correo una newsletter semanal con las últimas recetas …